A la señora Bucaramanga que acaba de cumplir 400 años de edad primero la emborracharon con aguardiente y ahora le quieren recetar empanadas y sancocho de gallina para el guayabo.
Lo mas curioso es que la celebración, parece haberse prolongado por el gusto personal y la resaca que le dejó su último amante y también haber mutado de lo que debería ser una fiesta social y cultural organizada para adultos responsables a una piñata en donde todos los niños del vecindario y uno que otro colado de otros Conjuntos Residenciales que aunque no han vivido por aquí, ni nadie conoce, quieren venir a aprovechar el desorden del momento para recoger la mayor cantidad de juguetes y premios que esperan caigan el 29 de Octubre cuando se rompa el atractivo muñeco ‘auriverde’ que pende despelucado en medio del salón social y político de la ciudad.
Ya son casi treinta los niños que dicen querer asistir a la fiesta en la que se confunden invitados con colados, y digo que colados porque uno supone que a la piñata solo vendrían niños del conjunto, familia y amigos de la homenajeada, que hayan vivido toda su vida aquí, que sean conocidos, que hayan trabajado o por lo menos mostrado interés en sus problemas y temas de ciudad, pero no, resulta que no, a algunos de estos niños ese repentino interés les surgió tan pronto como se anunció la piñata y solo para lograr que los invitaran.
Aprovechando que la fecha en que se romperá el muñeco, el 29 de Octubre, es muy cercana a la celebración de Halloween algunos pequeños no se aguantaron las ganas y se pusieron el disfraz.
Hay de todos los disfraces, desde ‘salvadores’, rescatistas, negociantes, oportunistas, comodines, ánimas en pena, aparecidos, fantasmas, delfines,… de todo.
Por la cantidad inusual de invitados y colados se rumora que el muñeco está muy gordo y que los premios que contiene son valiosos.
Como en toda piñata, no falta el bebé precoz y ambicioso que ya cree tener bigote para pelear por lo suyo, y aunque todos saben que no tiene ninguna opción por su inexperiencia y tamaño, él sigue convencido que en la recta final su papá -quien sabe bastante del asunto- le ayudará a recoger algún juguete o golosina.
Tampoco faltan un par de adultos mayores que haciendo gala de su ‘alma de niño’ y queriendo sacar a relucir ‘ese niño que todos llevamos dentro’ tienen pensado meterse en la rebuchina a ver que recogen o negocian.
Los mejores disfrazados competirán por el premio al mejor disfraz. Ya suenan algunos para ese premio.
Por ejemplo: el niño ‘salvador’ quiere rescatarnos a todos. Aunque nunca ha jugado en el vecindario y nadie lo conoce excepto su familia, conformada por prósperos empresarios contratistas del área metropolitana, cree tener la suficiente fuerza moral para fundar su propia secta. Todo un ‘Mesías’. Händel le habría quedado perfecto como fondo musical en su jingle pero optó por el vallenato, el folclor que tanto seduce y embriaga a los electores. Va por ahí en tres camionetas que le puso su papá con el apoyo de un exgobernador curtido por el escándalo del PAE recordándole a los otros niños que van a crecer y cometiendo infracciones de tránsito.
El niño ‘delfín’ parece el más glamuroso de todos. Elegantemente vestido mira por encima de sus hombros a los demás. Recién llegado de la capital, donde casi siempre ha vivido y luego de pasar buena parte de su vida en Washington por cuenta del trabajo de su padre, se esmera por parecer más santandereano de lo que realmente es y piensa tomar clases de técnica vocal para ver si logra hablar más ‘cantadito’ y así disimular su marcado acento ‘rolo’. Ultimamente optó por echar a la basura todas las camisetas de Millonarios que tenía en su closet para ponerse la del Atlético Bucaramanga. Su madre le promueve para ganar el premio difundiendo por ‘wasá’ entre sus amigas una frase que bien podría ser su slogan : “colabóreme con el votico”. ¿Eso ya dice mucho o no?
Todo parece indicar que el disfraz más popular será el de Comodín, pues ya varias mamás y uno que otro ‘nodrizo’ los mandaron a confeccionar para sus niños, entre ellos varios antiguos administradores del Conjunto a los que si bien todos conocen, nadie quiere, precisamente porque los conocen.
Entre estos últimos hay algunos que han administrado y coadministrado el Conjunto o promovido y respaldado a los que condujeron a la señora Bucaramanga al penoso estado en que se encuentra, se distancian de estos en público, mientras cenan con ellos en privado guardando sospechoso silencio sobre la debacle pero vertiendo locuaz verborrea para criticar el resultado y asegurarnos que saben como arreglar el caos que ellos mismos ayudaron a crear.
Lo peor, algunos de ellos sin ninguna autoridad y otros sin conocimiento.
Unos cuantos de esos niños hoy disfrazados de comodines, son los mismos manzanillos y boticarios que en su momento nos recetaron desde sus cargos y tribunas los últimos dos medicamentos que resultaron ser peores que la enfermedad. Hoy se lavan las manos.
Como pueden ver a la piñata irán toda clase de niños.
Pero bueno, así es la democracia, el fundamental e inalienable derecho de elegir y ser elegido, o quizá sea como escribió Norberto Bobbio, a quien -valga decir- algunos estudiosos señalan de ser el padre de la ciencia política moderna: que no hay nada mas perjudicial para la democracia, que el exceso democracia.
¿Quién rompe la piñata? Ya veremos…
0 12335 Me Gusta
3 comments
El niño salvador, el mesías es el de vamos a crecer Luis Roberto Ordoñez?
el delfín es Horacio José?
Really good info can be found on web site.Money from blog