Afirman los que saben de contiendas electorales que “cada elección es diferente” y que por esa razón, por ejemplo: quien en una elección pasada y reciente obtuvo 200 mil votos, de presentarse nuevamente hoy a unos comicios electorales en un escenario con circunstancias y matrices de opinión diferentes podría -esa misma persona- obtener 10 mil votos.
Ello se puede deber a que tanto los escenarios como los candidatos y la realidad política son muy volátiles. Es decir, que en política lo que ayer fue, hoy puede que ya no sea.
Hay que señalar aquí una diferencia. Los candidatos que cuentan con una estructura política permanente en el tiempo, con un liderazgo y trabajo en algún nicho electoral particular, o simplemente una clientela, tienden a mantener su poder electoral o a acrecentarlo dependiendo de la fidelización que logren de sus electores o de nuevos acuerdos políticos que los potencialicen; en cambio los candidatos denominados de ‘opinión’ son mas inciertos, pueden perfectamente crecer, disminuir o simplemente desaparecer de la escena electoral.
Mientras los primeros dependen de su ‘maquinaria’, los segundos dependen de la emoción, del momento, de la matriz de opinión que motive al electorado en el preciso momento de la elección. La política es una emoción, un estado de ánimo.
Pero sin duda los mas fuertes últimamente ha sido aquellos que además de fidelizar a sus electores por cualquier razón, carisma, liderazgo, posturas radicales (populismo) y decisiones políticas, logran además consolidar una estructura electoral, en una especie de mezcla de ambas estrategias.
Políticos de ‘Maquinaria’ tenemos varios en Santander: Jaime Durán, Miguel Angel Pinto, Oscar Villamizar y el clan Aguilar en cuerpo ajeno (Jose Alfredo Marín) son algunos ejemplos.
De ‘opinión’: Leonidas Gómez, Rodolfo Hernández, Jota P Hernández son muestras de como ese creciente sector de electores suele sacar del anonimato político a quien logra seducirla, usualmente con una abrumadora, exuberante, espontánea pero también efímera y muy voluble cantidad de votos dependiendo de las circunstancias de cada elección.
Ejemplo del tercer grupo, ese híbrido de maquinaria y opinión -siendo estos los que probablemente tienen mas proyección para consolidarse en el tiempo, de crecer y mantener su poder- pudo haber sido hasta su prematura desaparición Angela Hernández, una joven y prometedora líder política del departamento que conjugando ambas estrategias amenazaba con derrotar a las estructuras políticas tradicionales.
Esto para indicar que la ‘opinión’ o mejor el llamado ‘voto de opinión’ cada vez adquiere mas relevancia y trascendencia a la hora de definir resultados electorales, al punto de que hoy cualquier candidato medianamente sensato sabe que es imposible ganar sin conquistarla.
En ese orden de ideas, afirmar que actualmente la ‘opinión’, a diferencia de viejas épocas puede ser considerada la gran electora no es algo tan descabellado.
Varios analistas, como el reconocido Historiador y Politólogo Julio Acelas, coinciden en que en estas elecciones esa tendencia podría ratificarse cuando asegura que será la opinión la que definirá las elecciones en Santander y Bucaramanga.
“Quienes logren seducir a la opinión, ganarán” dice Acelas.
Un ejemplo reciente de esa tendencia puede ser la pasada elección presidencial en la que si bien es cierto, y como dijimos antes, es una elección totalmente diferente a esta, en la que jugaron un papel importante las maquinarias, lo cierto es que fue la ‘opinión’ la que definió ambas vueltas presidenciales, al punto que sorpresivamente metió a Rodolfo Hernández un debutante en el escenario nacional a competir seriamente por la presidencia frente a un ‘caucho’ de las elecciones como era Gustavo Petro.
Lo mismo ha venido ocurriendo en Santander y Bucaramanga los últimos años, de manera que es innegable que estamos ante una tendencia electoral.
Según ese análisis, la conclusión es que los grandes electores en estas elecciones no serán ya las maquinarias tradicionales, ni los barones del clientelismo electoral, tampoco el número de avales con que cuente un candidato que cada vez suman menos y restan más por el descrédito de los partidos, sino una gran electora: ‘la opinión’.
Ñapa 1: En el peor de los mundos podrían estar quienes interesados en sacar a Rodolfo Hernández de la contienda electoral por la Gobernación de Santander no han advertido aún que dichos votos podrían migrar mas fácilmente hacia otro candidato al que también temen y con el que podría irles peor: El profe Ferley Sierra, de manera que podrían estar como dice la canción de Nino Segarra: entre la espada y la pared.
Ñapa 2: ¿Lo anterior será casualidad o formará parte de algún plan fríamente calculado por el mas influyente y poderoso político de Santander en la actualidad: Carlos Ramón González, a quien por un lado han señalado de tener un acuerdo secreto con Rodolfo (ahora no se tiene claro para qué) y por otro tiene al profe Ferley Sierra en el partido Verde del cual es codirector? ¿Eso no equivale acaso a que con cara gana él y con sello pierden sus adversarios?
¡Juzguen Ustedes!
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