Luego de la publicación de las primeras imágenes del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la cárcel que orgullosamente mostró el presidente de El Salvador Nayib Bukele como uno de los triunfos más significativos de su gobierno, la derecha colombiana lanzó la convocatoria para llenar la vacante en Colombia. Todos los halagos que se expresaron por algunos medios de comunicación y en las redes sociales sobre la gran obra del presidente salvadoreño cobijan la esperanza de que, en nuestro país, podamos encontrar a alguien de este talante para las elecciones del 2026.
Aquellos que sueñan con el eterno retorno de un gran prócer que refunde la patria, olvidan que nuestro dolido país ya tuvo un ‘Salvador, cuyo resultado fueron las más de 6402 ejecuciones extrajudiciales mal conocidas como los “falsos positivos”. Es así como terminan todos los regímenes totalitarios y anti democráticos: con una violación sistemática de los derechos humanos, con más mano dura que corazón grande, con aparatos militares avocados a conseguir resultados sin importar los medios ni las consecuencias.
Considerado lo anterior cabe entonces hacernos una pregunta: ¿Será que estamos locos Lucas? La respuesta es un No rotundo.
El sociólogo Zygmunt Bauman, que estudió a profundidad las atrocidades del nazismo, descubrió que la sociedad moderna y los sistemas establecidos por el Estado tienden, en algunas ocasiones, a sentirse atraídos por crear procesos de exclusión similares a los que operaron durante el Holocausto. Bajo los cánones de la psicología ninguno de los agentes del aparato represivo alemán estaba fuera de sí, sino que eran sujetos completamente racionales que solo obedecían órdenes del Estado, algo semejante podríamos decir ocurrió en nuestro país al escuchar las confesiones ante la JEP por parte de quienes perpetraron los crímenes en el marco de la guerra de resultados.
En todo caso, ya hay varios haciendo fila por llenar ese vacío que sienten hoy algunos sectores extremistas de la sociedad. Por eso, se encuentran promoviendo algunos la agenda de seguridad por encima de las reformas sociales, impulsados por el efecto que causan las redes y la internet en las emociones de los votantes. Es así, que no desaprovechan oportunidad por querer ajustar su perfil al del muy ‘popular’ presidente centroamericano esos que aunque hoy se ven tan solo como pintorescos -y algunos otros caricaturescos- personajes de la política, por eso mismo no deberíamos como ciudadanos permitirnos olvidar tan solo dos cosas: que este país estuvo a punto de elegir como presidente a alguien que fundamentó su campaña en tik tok y que las redes sociales tienen la capacidad de hacer que tomemos decisiones estúpidas en las urnas.
John Carlos Pabón. Economista – Magister en Gestión y Políticas Públicas UIS
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1 comment
Grandes cambios ameritan grandes decisiones .
No podemos pedir que el sistema evolucione cuando seguimos con los mismos dirigentes y las mismas estrategias. 🤷
Los integrantes del congreso de Colombia son los mismos y las mismas dinastías de hace 100 años y son quienes hacen leyes flexibles para la delincuencia, cayendo en un círculo vicioso de nunca acabar .
Las cárceles en colombia son las universidades de los delincuentes y cada semestre de especialización lo pagamos todos los colombianos .
El narcotrafico es la caja mayor de los grupos insurgentes , la mayor fuente de ingresos de los militares y de los políticos terratenientes y dueños de las empresas de transporte.
,¿ o expliquemos como y por donde sale la producción de las 400mil hectáreas de cultivos que existen en colombia .?
En fin colombia teniendo todas las posibilidades de ser una potencia agrícola , por sus pisos térmicos y comercial por su ubicación estratégica
Potencia en turismo por la facilidad de visitar varios ambientes en un solo día.
En fin este país maravilloso necesita un bukele urgente, antes que solo quede la ilusión de vivir sabroso
PERO DE VERDAD