Si tuviésemos que señalar el mas grave problema del área metropolitana y el departamento seguramente y luego de la corrupción tendríamos que hablar de la falta de planeación que tradicionalmente ha identificado a nuestros gobernantes. Es un problema de liderazgo, de visión, de prospectiva, que no muchos de nuestros dirigentes han tenido la capacidad de resolver.
Los problemas del ‘Carrasco’, la congestión vial del área metropolitana, la vía Curos-Málaga, la inseguridad tanto en el área como el departamento por citar algunos ejemplos, tienen en mi sentir como causa principal la falta de planeación.
Que llevemos años tratando de resolver los mismos problemas o que las soluciones ofrecidas como Metrolínea y las Ciclorrutas en Bucaramanga hayan resultado un fracaso no es obra de la casualidad ni de la mala suerte sino de la falta de planeación, de visión, de tomar decisiones desinformadas e incluso de la mala fe administrativa.
Por eso veo con preocupación que un gran número de candidatos a alcaldía y gobernación no tienen ni el conocimiento, ni la capacidad, ni la visión para proponer, para gestionar, para planificar y mucho menos para ejecutar las grandes obras que necesitamos, pero sobre todo no tienen una capacidad esencial para el liderazgo: escuchar.
Pienso que un buen líder se caracteriza por saber escuchar, por saber tomar decisiones con firmeza y finalmente por asumir con responsabilidad personal las consecuencias de esas decisiones.
Muchos de esos candidatos no tienen ni la experiencia, ni el liderazgo suficiente para resolver esos problemas. Aún así nos venden humo con mensajes dispersos, genéricos, desinformados como que nos van a dar seguridad, orden y movilidad, que van a ser duros, que van a ser firmes, que van a generar empleo, y un etcétera interminable de promesas muy atractivas pero con un elemento común: sin decirnos como lo piensan hacer.
Desde que Rodolfo apareció en la escena política de Santander con su lucha contra la corrupción como bandera, -que sigo pensando fue algo positivo a pesar de sus errores gobernando- la política electoral en la ciudad y el departamento pareció cambiar de prioridades: pasamos de preocuparnos por resolver nuestros problemas a que solo nos importara ‘sacar a los corruptos’. El problema de votar con rabia.
Los fallidos experimentos de Rodolfo y Cárdenas administrando nos dejaron una lección: que los problemas públicos no se solucionan solamente ‘sacando a los corruptos’, sino que además de ética pública se necesitan liderazgos capaces de escuchar, de visionar, de administrar, de gerenciar, de gestionar y de ejecutar con autoridad, conocimiento y experiencia lo público.
No le podemos encargar el destino de la ciudad y el departamento a alguien que no cumpla esos requisitos; como no le encargaríamos la administración de una empresa familiar o de nuestro hogar a un líder espiritual recién llegado que a pesar de sus emotivos sermones dirigidos únicamente a despertar emociones, no sospecha nada de administración o -peor aún- ni siquiera forma parte de nuestra familia. Por poner una analogía. Zapatero a tus zapatos.
Con los dedos de la mano se pueden contar los candidatos que cumplen esos requisitos en la actual grilla electoral.
La gran mayoría habla de sacar a los corruptos, de resolver problemas sin decirnos cómo, de criticar y denunciar, pero muy pocos proponen soluciones concretas, muy pocos visionan o planifican a largo plazo. Es que criticar y hacer denuncia y oposición es de lo mas sencillo, lo difícil es resolver, proponer, innovar, liderar, lograr unir a una comunidad en un propósito común para resolver sus problemas o conseguir sus sueños.
Para planificar bien cualquier cosa, incluido el territorio, se requieren además de las cualidades mencionadas una de especial importancia: el liderazgo, pero no ese liderazgo negativo, destructivo y criticón, que se basa en la emoción y la rabia contra un enemigo común, real o imaginario, tan bueno para ganar elecciones pero tan malo para gobernar, sino un liderazgo proactivo, propositivo, constructor de tejido de social y de soluciones concretas, informadas, aterrizadas y realizables.
Es muy fácil destruir y dividir pero son pocos los que construyen, los que diseñan, los que sueñan y mas escasos aún los que ejecutan. La eterna diferencia entre los que hablan y los que hacen, entre los habladores y los ejecutores. Personalmente admiro a los segundos.
No digo que la denuncia y el control político y social no sean necesarios, claro que lo son, pero hacer bien esa tarea no es garantía de que se tengan las condiciones para gobernar, para administrar bien una ciudad o un departamento, ya tenemos ejemplos y lecciones aprendidas.
Hoy la ciudad y el departamento se encuentran expuestos a diversas narrativas en una competencia electoral entre visionarios, criticones y aparecidos. Una campaña electoral cuya principal bandera sea comer y servir carne de ‘político’, que basa toda su estrategia populista en derramar sangre de político en la arena virtual de las redes sociales para entretenimiento del respetable, es solo eso, ‘entretenimiento’, nada nos garantiza que sea una buena opción de gobierno.
Estamos ante una crisis de liderazgo, una ola de oportunismo, pero también ante una lección aprendida. Personalmente prefiero a los visionarios, conocidos, del vecindario, de la familia, con experiencia, los que unen y no los que dividen, los que construyen y no los que destruyen.
Es otro tiempo, otra emoción, otra ciudad, ya no es la misma de antes, algunos siguen haciendo diagnósticos y hablándole a una generación política y a una ciudad que ya no existe, no se han dado cuenta que esto cambió. Espero no ser uno de ellos.
“Por sus frutos los conoceréis”.
2 37827 Me gusta
1 comment
Rattling wonderful info can be found on web site.Blog monry