El mundo de las redes sociales es un mundo irreal, falso, virtual. Un escenario que nos muestra una parte de la ‘realidad’ pero no toda, y como sabemos las verdades a medias terminan siendo siempre lo que son: una mentira.
Lo escribo porque estoy viendo mis redes sociales inundadas de videos de los nuevos y repentinos ‘influencers’ que quieren darnos a conocer su ‘realidad virtual’ con el fin de seducirnos para que votemos por ellos.
Es así como ahora abundan en las redes cocineros que nunca cocinaron, sencillos hombres que pasaron de tomar whisky en los clubes sociales y militares a tomar guarapo con piña y cerveza en tiendas de pueblo y de barrio, ‘académicos- intelectuales’ que los únicos libros que han leído en toda su vida son los que se vieron obligados a leer en la universidad para aprobar y los que se bajaron de sus lujosas camionetas atiborradas de escoltas para irse por las calles a preguntar y responderse lo que todo el mundo sabe…montarse en moto, ponerse casco, hacerse el video de tik tok y sacarse la foto para instagram.
Pero eso no es lo más patético y repulsivo de su engañosa estrategia. Al analizar detenidamente el contenido y transfondo de su discurso, fácilmente se advierte que es superficial, genérico, emocional, que no contiene propuestas de solución sino que solo busca hacernos creer que tienen nuestros mismos intereses, nuestras mismas preocupaciones, que se parecen a nosotros, que aman a nuestra ciudad aún cuando muchos de ellos ni siquiera han vivido en el vecindario ni han participado ni aportado nada al debate de la agenda pública de la ciudad, por lo menos, en los últimos años.
No es ninguna sorpresa que los políticos de profesión, ‘los tartufos’ sobre los que escribí alguna vez, se pongan inusualmente sencillos, amables, generosos, bondadosos y altruistas en época de elecciones, pero es que esto ya es la tapa, el colmo de la hipocresía.
Las redes sociales les facilitan mostrarnos lo que no son, lo no piensan, lo que no hacen.
Los ejemplos abundan: Senadores ‘marihuaneros’ que se oponen a la reglamentación de la marihuana recreativa, corruptos que han vivido de la corrupción toda su vida diciéndonos que van a erradicar la corrupción, empresarios que han hecho su riqueza contratando espúreamente con el Estado y patrocinando campañas políticas a la sombra y miembros de clanes políticos que han desangrado a nuestra ciudad y departamento diciéndonos que ellos son el cambio que requiere nuestra ciudad, que ellos si saben como es que le entra el agua al coco, que ellos nos van a traer seguridad, orden y transparencia.
Otra muestra, esa si, fuera de concurso por reunir dos de los grandes defectos que tienen los liderazgos que últimamente nos han tocado, es ese bonachón, queridísimo y gentil relacionista o -¿recreacionista?- público que tenemos la desgracia de tener por alcalde, Don Juan Carlos, inepto y mentiroso, que utilizando las redes sociales quiere mostrarnos una ciudad que no existe sino en su mundo virtual.
Ahora promueve desde la sombra al hijo de Serpa, al candidato del senador Jaime Durán, ese que media ciudad no conoce y al que mas de medio país tampoco le conoce la voz pero que siempre vota en el congreso en contra del pueblo, el mismo al que el día de las elecciones le aparecen votos, los que no digo que sean virtuales, porque ahí están, pero si que son ‘amarrados’ con los favores que hace la burocracia de las secretarias puestas a su servicio por sus cómplices.
Otro ejemplo de la ‘nueva política’ virtual, continuador del estilo de su ex jefe, es Carlos Sotomonte, el joven licenciado en literatura, alto asesor para la defensa del Páramo de Santurbán que después de ser parte del ‘kinder’ que gobernó a Bucaramanga estos últimos cuatro años, es decir corresponsable del desastre de ciudad que hoy tenemos, inicialmente lanzó su precandidatura apoyado por Cárdenas, pero al ver que no era bueno presentarse como su candidato ni tampoco del señor del PAE, dijo haberse distanciado de ellos para presentarse como la solución a todos nuestros problemas, es decir, al caos que el mismo contribuyó a crear.
Mientras Cárdenas parece esperar a ver cual de los dos ‘despega’, jugando a dos bandas, como hizo en las elecciones presidenciales, para ver con quien se la juega a fondo, Durán que en su soberbia cree definir alcaldía solo amarrando votos con sus favores burocráticos no sabe que los candidatos si saben que en tarima es impresentable, antivoto, que su sola presencia resta y no suma. Lo que no parecen saber es que esto cambió, que la ciudad no los quiere y que cualquier respaldo público suyo quema al que sea, por eso esconden esos apoyos, los niegan, los disimulan.
En política nada es lo que parece, dicen algunos. Luego de los dos últimos experimentos pienso que con estos precandidatos y candidatos ‘influencers’ cualquier cosa puede pasar, ojalá nuestra ciudadanía no siga pensando que los problemas que tenemos por resolver son virtuales ni que estos se resuelven con los ‘Me gusta’ de los ‘liderazgos’ de Youtube, Tik Tok o Instagram, porque las redes al igual que la política son engañosas.
0 37827 Me Gusta